El Condado, Santa Clara, Villa Clara, 22 de noviembre del 2013, (FCP) Los artículos anteriores reflejan las agudas diferencias que existen sobre una serie de aspectos relacionados con la economía y la política, en el seno de la élite gobernante. Contradicciones estas que se reflejan en las posiciones que adoptan el partido comunista y el Estado ante los graves problemas que afectan a la nación cubana.
La oposición no está libre de estas divergencias y contradicciones internas, también en el amplio arcoíris de organizaciones disidentes que existen se manifiestan estas diferencias. Los múltiples y complejos problemas tanto nacionales como internacionales que enfrenta la Isla determinan posiciones encontradas.
No puede imponerse un pensamiento único como pretende la élite gobernante, y con ello abjura de sus concepciones filosóficas dialécticas marxistas. El poder los ha convertido en dogmáticos, en enemigos del desarrollo histórico, y no quieren admitir los cambios que el país necesita y que resultan necesarios.
En el seno de la dirección del Partido y del Estado existen contradicciones y choques de opiniones e intereses. Los moderados de una parte y los extremistas por la otra, luchan entre sí, para ver quien determina el curso de la política a seguir, ambas tendencias coinciden en un objetivo común, salvar la esencia del Socialismo.
Los ideólogos del comunismo nacional se aprovechan de las diferencias presentes en las filas de la oposición para sacar ventajas de las mismas. Muchas veces destacados luchadores contra la dictadura, al asumir ciertas posiciones, sin proponérselos, les hacen el juego a los verdaderos enemigos de la Patria.
Todo aquello que nos divida debemos desterrarlos de nuestras filas, expulsar a los que con sus posiciones contribuyen a prolongar la agonía del sistema. La tarea es difícil, ya que contra los nobles empeños de los Patriotas Cubanos, conspiran aquellos que solo desean a la Patria como pedestal en beneficio de sus interés personales.
Importantes pasos se han dado en favor de la Unidad y la integración de la disidencia en el interior del país. Varias son las organizaciones que han unidos sus fuerzas para que la lucha contra el régimen de los hermanos Castro, sea más eficaz, y que la cohesión indestructible de sus filas, produzca los cambios que el país reclama.
Numerosos obstáculos surgen en el camino de las fuerzas, que en el país luchan por unir a todos los partidarios del restablecimiento de la democracia en Cuba. Todo el aparato ideológico del Partido está puesto en función de impedir a toda costa que la disidencia interna se una por encima de intereses personales y de grupos.
Junto al Partido y sus intereses está la Policía Política que emprende todo tipo de artimañas para crear escisiones y conflictos intestinos en el seno de la oposición. Durante años han utilizado estos métodos y para ellos los resultados han sido favorables, Divide y Vencerás ha estado en el centro de su accionar diario.
Innegable es el hecho de que existen diferencias estratégicas y tácticas entre la oposición. Aunque está bien definido que la lucha pacífica es el método correcto que todos aprueban en la lucha contra la tiranía. A veces la crudeza con que los represores actúan contra personas que solo poseen como armas sus ideas, crea incertidumbre.
Para muchos el ejemplo de las transiciones pacificas hacia la democracia y la Economía de Mercado que tuvo lugar en la Europa del Este y en la Antigua Unión Soviética es un referente histórico digno de imitar. Para otros el contexto exterior en Latinoamérica, matizado por el crecimiento de la izquierda, constituye un impedimento.
Difícil y compleja es la tarea, las condiciones objetivas están presentes, las subjetivas dependen mucho del accionar de una oposición unida. Existen objetivos comunes, aunque enfoques diferentes sobre problemas vitales de la economía, de la política y del tratamiento que deben tener las cuestiones de índole social.