Un Plan para el Ambiente Cubano (XVI), Carlos Alberto Martínez Muñoz.

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El Condado, Santa Clara, 19 de abril del 2013, (FCP). El Plan Bush señala que Cuba, al igual que otras islas del mundo, presenta problemas con las especies invasoras. Las especies invasoras son aquellas que, al ser introducidas en un nuevo hábitat natural, se establecen, diseminan y actúan como un agente de cambio que amenaza la diversidad biológica nativa.

Impactos ambientales negativos ocasionan estas especies, que generalmente presentan un alto poder reproductivo. Las plantas invasoras son capaces de aclimatarse y crecer en una gran variedad de suelos, mientras que los animales invasores típicamente comen una gran cantidad de alimentos diferentes.

Cuba, en comparación con otras islas, tiene una elevada proporción de especies nativas contra especies invasoras, mayor que la mayoría de las islas. Esta positiva proporción se debe a su relativo aislamiento del comercio internacional.

Algunas fuentes oficiales podrían argumentar que esta proporción se debe a las adecuadas políticas y regulaciones implementadas para la introducción y el manejo de estas especies. Consideración que no se corresponde con la realidad, pues lo cierto es que se introducen especies cada vez que le place a las altas esferas de poder.

Responsabilidad que cargan en su mayoría los militares, quienes han introducido numerosas especies de animales exóticos. Las han traído para satisfacer su maníaco hedonismo, ya sea para pescar o para disfrutar de la caza mayor con armas de fuego en cayos privados, placeres vedados a los simples mortales.

Asegura el Plan Bush que la Unión de Conservación Mundial ha identificado 22 especies invasoras en Cuba que son objeto de preocupación. También señala que debido a la carencia en el país de información abarcadora sobre especies nativas e invasoras, puede haber grandes problemas aún desconocidos.

Entre las plantas invasoras incluye al marabú de África, que ha invadido los campos debido al colapso de la agricultura por la desidia gubernamental. También menciona a la casuarina de Australia, que causa daños a playas y bosques de todo el país, y al ipil-ipil o Leucaena leucocephala de la América Central, que afecta las áreas protegidas.

Cerdos, ratas negras, gatos, perros, mangostas de la india y peces clarias se encuentran entre los animales invasores, todos ellos depredadores de las especies nativas. Por otra parte, los búfalos de agua, otra de las «grandes ideotas» de la nomenklatura, destruyen los suelos con su pisoteo y afectan los monitoreos en las áreas protegidas por el peligro que representan.

Al considerar los diferentes factores, el Plan Bush recomienda que el gobierno de los EE.UU. debe estar preparado para dar un fuerte apoyo a los mecanismos de identificación y manejo de las especies invasoras en Cuba. El Consejo Nacional de Especies Invasoras debe prepararse para coordinar la ayuda sobre este tema a una «Cuba libre».

En el aspecto económico, debe fortalecerse la infraestructura sanitaria y fitosanitaria, especialmente para poder monitorear de forma efectiva los productos agrícolas en el comercio internacional. Para la bioseguridad de los recursos agrícolas y naturales, las especies invasoras y patógenas de Cuba deben ser diligentemente controladas.