Apremiados Hacia El Putinismo, (I), Guillermo Fariñas Hernández.

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La Chirusa, Santa Clara, 26 de abril del 2013, (FCP). La muerte del antiguo presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías ha acelerado los sutiles cambios en el escenario político, económico y social, que prevén para Cuba los actuales gobernantes castristas. De pronto todo se catalizó y se necesita ejecutar lo planificado, solo que mucho antes.

En este archipiélago, desde 1959, siempre ha existido un gobierno paralelo, que ha estado conformado por personas leales al Líder Histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz. Castristas cercanos a Fidel, Raúl y Che Guevara han confesado en sus escritos las sutilezas del Gobierno Paralelo de Tarará, sitio donde se recuperó el hoy mítico comunista-izquierdista argentino.

Dentro del formal Estado Totalitario cubano nunca ha dejado de estar este Estado Fantasma y el hermano menor del líder, el hoy Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros general de ejército Raúl Castro Ruz, siempre ha sido parte del mismo. El menor de los Castro Ruz perenemente ha sido un conspirador compulsivo y le gusta usar el poder tras las mamparas.

A partir del desmantelamiento del Ministerio del Interior (MININT), en 1989 y de la ocupación de esta entidad también castrense por las huestes del MINFAR, se comenzó a sentir la conformación de un gobierno paralelo al de Fidel. Donde estarían los veteranos del Segundo Frente Oriental «Frank País», frente guerrillero que dirigió Raúl Castro antes del triunfo.

Con la salida de Fidel de la escena política por una enfermedad cancerígena a mediados del 2006, aunque esta patología oficialmente aún es «Secreto de Estado», el gobierno paralelo raulista se reafirmó. A sotto vocee se le denomina El Circulo de la Valla, pues a los más veteranos de ellos les gustan las peleas de gallos y se reúnen en lides de gallos para tomar decisiones políticas.

El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) acentúa el control económico de la sociedad cubana contemporánea, y antiguos miembros ejercen cargos esenciales en la Isla. El emporio-monopolio manejado por coronel Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno del presidente Raúl Castro, es más capitalista que Ford, Morgan y Rockefeller juntos.

Así mismo, la influencia política de los uniformados u exoficiales del MINFAR ya se hace una cuestión rutinaria. De pronto en Cuba no se concibe un ministro o ministra que no haya vestido el uniforme del MINFAR, sea hija o hijo de un generalote, esposa, o hasta una cariñosa como avispada amante de los subordinados al edificio localizado en las calles 20 de Mayo y Boyeros.

Durante décadas, los analistas de la realidad cubana se devanaron los sesos en la búsqueda, sobre qué modelo económico iban a adoptar para el futuro Cuba. En lo fundamental, cuando la generación histórica que llevó a cabo la Revolución perdiera capacidades físicas y falleciera, lo que incluye a los principales dirigentes del Estado y del Gobierno.

Muchos cubanólogos aseguraban que se imitaría el esquema chino-vietnamita, el cual permite Libertades Económicas, a la vez que se reprimen los Derechos Políticos de los ciudadanos. En esto se pensó insistentemente, por el boom de las relaciones políticas y comerciales con la China, desde fines del Siglo XX hasta la actualidad.

Mientras unos pocos de estos expertos afirman que se derivaría hacia Corea del Norte y por lo tanto, ante el aumento de la disidencia crecería la represión. Algo que hasta ahora no ha acontecido, por suerte para la ciudadanía nacional, pues el gobierno cubano perdería su status de Víctima Imperialista y asumiría la poco rentable postura de Victimario Antiimperialista.

Raúl Castro no cree poseer las dotes mesiánicas de su hermano Fidel, razón por la cual le gusta trabajar en equipo y escuchar diferentes opiniones respecto a un tema determinado. Sus asesores le han convencido en qué contexto se desarrolla Cuba en estos momentos, donde no existe otra superpotencia militar que compita con los Estados Unidos de América.

Por lo que no se puede esperar de Estados Unidos el mismo respeto que tiene hacia China, país que sí es una potencia nuclear en el área militar, mientras nuestra nación del Mar Caribe tiene un armamento convencional y totalmente obsoleto. Debido a esto se ha descartado al modelo político que se ejecuta en el Gigante Asiático, por inviable y peligroso en la práctica.

Instalar un gobierno más represivo que el actual en el Archipiélago, como el existente en Corea del Norte, sería facilitarles las cosas a los muchos y crecientes enemigos del castrismo, pues la oleada de solidaridad justificaría una invasión de los países democráticos y civilizados. Esta variable también se la han hecho descartar sus propios analistas castro-raulistas.

Han comprendido los que gobiernan en Cuba y quienes los sucederán, que los contextos políticos norteamericano y europeo les son altamente desfavorables por exigir la no violación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los Castro tratan de no chocar con estos poderosos países debido a su fuerte influencia en los ámbitos diplomáticos y políticos del mundo.

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