El Gigante, Santa Clara, Villa Clara, 14 de Marzo, (FCP). EI propósito de los asaltantes era desconcertar al régimen con el asesinato de Batista. Asimismo, entregar las armas de la guarnición a los convocados por medio de Radio Reloj. Además, usurpar otros puntos de la ciudad como el Cuartel Maestre de la Policía -ocupar su fuerte arsenal-, y así sucesivamente otras estaciones policiales y cuarteles hasta dominar la capital.
El fin de eliminar a Batista estuvo correlacionado con el asalto de la emisora Radio Reloj, la usurpación de la Universidad de La Habana, la irrupción en cuarteles y el cierre de las comunicaciones. Mediante estas acciones en la ciudad, los jóvenes cooperaban con los alzados que combatían en la Sierra Maestra.
Los 50 jóvenes que entraron al antiguo Palacio Presidencial, se desplazaron hacia el inmueble en dos automóviles y una furgoneta de la empresa Fast Delivery.SA. Ya en el interior del edificio, estos asumieron diversas misiones. Los que subieron al segundo piso en busca del Presidente comprobaron que este se había aventado por una escalera interna, anexa a su oficina.
Los combates en el Palacio fueron violentos. Se hizo más fuerte la resistencia de la guarnición, muchos jóvenes murieron, a otros se les agotaron las municiones. Deciden retroceder, para pedir refuerzos y continuar posteriormente el ataque, pero la operación de apoyo no funcionó.
A las tres y veintiuno de la tarde del 13 de marzo de 1957 llegó José Antonio Echeverría a la cabina de Radio Reloj. Allí, entregó a los locutores -apunta de cañón- varios despachos, donde se informaba del ataque al Palacio Presidencial y de un supuesto parte emitido por oficiales que habrían tomado la autoridad del Ejército.
Al final de este boletín, uno de los locutores anunció que el líder de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) daría a conocer una alocución al pueblo de Cuba. Inmediatamente, José Antonio inició una arenga donde comunicaba la muerte del Presidente Fulgencio Batista.
El discurso quedó cortado cuando el líder estudiantil repetía sus palabras, en el momento en que un empleado encargado de las transmisiones, en otro lugar, sacó del aire la emisora. Cuando al dirigente estudiantil le informaron que estaban fuera del aire, en su retirada, realizó unos disparos sobre el máster de la CMQ.
El 13 de marzo de 1957 quedó en la historia cubana como el día en que por unos segundos, casi es asesinado Fulgencio Batista por un grupo de estudiantes en su propia oficina.
No cuestiono la acción acometida por esos jóvenes. Ellos seguían sus propios ideales, y eso, es digno de respetar y valorar, debido a que actuar consecuentemente con sus principios los convertían en hombres libres. Pero no se puede cambiar los conceptos en el actuar de aquellos jóvenes hacia el Presidente de Cuba.
Los comunistas llaman: «ajusticiamiento» al asesinato, «portar armas» como acto necesario, «sabotaje» al acto terrorista, etc. Pudiera citar más ejemplos, pero eso no cambiaría mucho las cosas. Nuestros dictadores se han preocupado en acentuar y cambiar conceptos según les convenga para manipular al pueblo. Su máxima está cuando manipulan el sustantivo disidentes.
Hoy no exigimos jóvenes asaltantes, ni armados, ni que contengan odio en sus corazones. Necesitamos juventudes con voluntad de cambio en ascenso, jóvenes sin estigmas ideológicos, y que cultiven «Rosas Blancas». En fin, hoy nuestra Patria precisa de jóvenes libres para asegurar un futuro verdaderamente próspero y sostenible.